Carta de nuestro obispo, don Jesus Murgui, al Papa Benedicto XVI




Gracias, Santo Padre
Cuando en plena mañana del día 11 de febrero nos llegaba la noticia de vuestra renuncia al ministerio petrino, la reacción fue de incredulidad, no la creímos. Más tarde, cerciorados por la agencia de noticias de la Santa Sede, quisimos inmediatamente manifestar en nombre de nuestra Diócesis, nuestro más profundo respeto a la decisión de vuestra Santidad.
Poco a poco, tras leer vuestras palabras de ese mismo día y escucharos en los días posteriores, fue creciendo en nosotros la convicción de que habíais tomado tan trascendental decisión, después de largo tiempo de oración y reflexión ante el Señor, como acto de responsabilidad en vuestro servicio y desde la fe y el amor profundo a la Iglesia.
Con este gesto deseáis seguir ofreciendo la vida al Señor y a su Iglesia de otro modo, después de todos estos años de ejemplar servicio como sucesor de San Pedro. Años en los que solo vuestra Santidad sabe ante Dios el enorme esfuerzo que habéis realizado por cumplir vuestra misión al frente de la Iglesia. Unos años que han sido luminosos, en circunstancias no fáciles, gracias a vuestro magisterio precioso y a vuestro ejemplo constante. En vuestro servicio se ha manifestado la bondad de Dios para con su Iglesia. Ciertamente, nos habéis confirmado en la fe y presidido en la caridad. Por todo ello, nuestra Iglesia Diocesana de Orihuela-Alicante os manifiesta su profunda gratitud, y da gracias a Dios por vuestra persona y ministerio.
Con sentimiento de pérdida y reconocimiento profundo a vuestro ejemplar servicio hasta la última palabra y el último gesto, junto a la acción de gracias a Dios, a Él, Señor de la Iglesia, dirigimos nuestra plegaria en la confianza total de sentirnos en manos de su providencia que seguro dará a su Iglesia el pastor que siga cuidando adecuadamente, como vos, a su pueblo.
Aquí, Santo Padre, siempre tendréis nuestra gratitud, oración y afecto.