Habemus Papam. Papa Francisco



LA RAZÓN 13 Mar 2013

JORGE MARIO BERGOGLIO, sacerdote jesuita, es cardenal arzobispo de Buenos Aires y Primado de Argentina.

Nacido en Buenos Aires, Argentina, el 17 de diciembre de 1936, se graduó en Ciencias Químicas en Buenos Aires, pero optó por los estudios eclesiásticos y el 11 de marzo de 1958 ingresó en el noviciado de la Compañía de Jesús.

Estudió Humanidades en Chile y en 1960, de regreso en la capital argentina, obtuvo la licenciatura en Filosofía en el Colegio del Salvador y más tarde, la de Teología en el Colegio Máximo de San Miguel.

Ejerció como profesor de Literatura y Psicología, y el 13 de diciembre de 1969 fue ordenado sacerdote.

El 22 de abril de 1973 hizo los votos perpetuos en la Compañía de Jesús, orden en la que ocupó diversas responsabilidades como la de maestro de novicios, profesor en la Facultad de Teología, consultor de la Provincia y rector del Colegio Máximo.

De 1973 a 1979 fue provincial de Argentina y como tal fue enviado a Alemania, de donde pasó a la iglesia de la Compañía, de la ciudad de Córdoba, como director espiritual y confesor.

El 20 de mayo de 1992 fue designado por Juan Pablo II obispo titular de Auca y auxiliar de Buenos Aires, sede en la que en junio de 1997 fue promovido a arzobispo coadjutor.

Desde el 28 de febrero de 1998 Bergoglio es arzobispo de Buenos Aires, y Primado de Argentina, puesto en el que sustituyó a Antonio Quarracino y al que llegó como el primer sacerdote de la Compañía de Jesús que ocupa la titularidad de la principal sede de Argentina.

El 21 de febrero de 2001 fue creado cardenal en el octavo consistorio convocado por Juan Pablo II y recibió la birreta roja y el título de San Roberto Belarmino.

Jorge Mario Bergoglio es vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina y como miembro de la Comisión Ejecutiva de la misma, forma parte de la Comisión Permanente en representación de la Provincia Eclesiástica de Buenos aires e integra además las comisiones episcopales de Educación Católica y de Pastoral Social.

Es Gran Canciller de la Universidad Católica de Argentina y en la Santa Sede forma parte de la Congregación para el Culto Divino y la disciplina de los Sacramentos y de la Congregacióbn para el Clero.



Carta de nuestro obispo, don Jesus Murgui, al Papa Benedicto XVI




Gracias, Santo Padre
Cuando en plena mañana del día 11 de febrero nos llegaba la noticia de vuestra renuncia al ministerio petrino, la reacción fue de incredulidad, no la creímos. Más tarde, cerciorados por la agencia de noticias de la Santa Sede, quisimos inmediatamente manifestar en nombre de nuestra Diócesis, nuestro más profundo respeto a la decisión de vuestra Santidad.
Poco a poco, tras leer vuestras palabras de ese mismo día y escucharos en los días posteriores, fue creciendo en nosotros la convicción de que habíais tomado tan trascendental decisión, después de largo tiempo de oración y reflexión ante el Señor, como acto de responsabilidad en vuestro servicio y desde la fe y el amor profundo a la Iglesia.
Con este gesto deseáis seguir ofreciendo la vida al Señor y a su Iglesia de otro modo, después de todos estos años de ejemplar servicio como sucesor de San Pedro. Años en los que solo vuestra Santidad sabe ante Dios el enorme esfuerzo que habéis realizado por cumplir vuestra misión al frente de la Iglesia. Unos años que han sido luminosos, en circunstancias no fáciles, gracias a vuestro magisterio precioso y a vuestro ejemplo constante. En vuestro servicio se ha manifestado la bondad de Dios para con su Iglesia. Ciertamente, nos habéis confirmado en la fe y presidido en la caridad. Por todo ello, nuestra Iglesia Diocesana de Orihuela-Alicante os manifiesta su profunda gratitud, y da gracias a Dios por vuestra persona y ministerio.
Con sentimiento de pérdida y reconocimiento profundo a vuestro ejemplar servicio hasta la última palabra y el último gesto, junto a la acción de gracias a Dios, a Él, Señor de la Iglesia, dirigimos nuestra plegaria en la confianza total de sentirnos en manos de su providencia que seguro dará a su Iglesia el pastor que siga cuidando adecuadamente, como vos, a su pueblo.
Aquí, Santo Padre, siempre tendréis nuestra gratitud, oración y afecto.